Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2014

Las manzanas

Mis padres podrán confirmarlo: siempre me han gustado las manzanas. Pero en algún momento, a los 18 o 20 años, desarrollé una alergia y tuve que dejar de comerlas. Cada vez que pelaba y/o comía una manzana, me empezaban a picar desesperadamente los lagrimales y, si siguiendo mi instinto, me los rascaba con las yemas que conservaban el tacto pegajoso de la fruta, el picor se volvía cada vez más desesperante con el resultado de unos ojos rojos e hinchados como si me hubiera pasado el día entero llorando, y la nariz chorreando largo rato hasta librarse de la congestión. A veces también me raspaba la garganta como si quisiera cerrarse, con la angustia que eso conlleva. Más adelante comprobé que algunas otras frutas provocaban efectos similares: ciruelas, duraznos, almendras...Así que tuve que eliminarlas casi definitivamente de mi dieta. Con lo que me gustaban. Yo creía que me había vuelto alérgica a esas frutas. Hasta el sábado pasado. A una reunión en que participé el fin de semana,