Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2019

Facebook me ha castigado

Facebook me ha castigado. Como la maestra que deja a los alumnos sin recreo, o la madre, al hijo sin postre, Facebook me ha dejado sin posibilidad de publicar, dice. ¿Quién dice? Facebook, el libro de las caras que no tiene cara, apenas un algoritmo sin cejas o narices que se frunzan, se ha arrogado el derecho que normalmente tiene la gente a la que, por cariño o respeto, le otorgamos autoridad sobre nosotros, y me ha enviado un mensaje para informarme que, por haber infringido sus reglas, tengo prohibido publicar durante tres días. La diferencia es que, si fuera la maestra o cualquier otra persona, yo podría, si quisiera, hablar con ella para intentar convencerla de lo injusto del castigo. Es bastante probable que no lo lograra, pero existiría la posibilidad. Facebook, en cambio, carece de personalidad o rasgos y, por ello, es imposible dialogar con él. Como un rey absolutista al que los súbditos no tienen acceso, se atribuye el privilegio de decidir qué es bueno y qué