Nos prometieron la libertad, mejores servicios para todos y la redistribución de la riqueza. Yo tenía 13 o 14 años y oía decir a los adultos a mi alrededor que con la privatización se solucionaría todo : los teléfonos, los trenes, la electricidad, los aviones, todo funcionaría mejor si estuviera en manos de capitales privados. Porque además eso acabaría con los monopolios estatales y desarrollaría la competencia, lo que redundaría en una baja de precios y una mejora de los servicios. Se suponía, por ejemplo, que si varias empresas ofrecían el mismo servicio, competirían entre ellas y eso haría que disminuyeran los precios para atraer a los clientes, quienes serían los principales beneficiarios de estas medidas. En el caso de Entel, la empresa estatal de teléfonos, por ejemplo, no resultaba difícil imaginar una mejora ya que el estado general de cosas era desastroso : meses, sino años, para que te instalaran una línea, horas para comunicarse con alguien en la misma ciudad, etc. etc.
El 1% nos está matando -abiertamente- para apoderarse de lo que quede del planeta mientras una buena parte del 99% no solo no se rebela sino que los adula y los aplaude. Yo no. YO RESISTO.